El día Mundial contra la Trata fue proclamado el 30 de julio de 2013 por la Asamblea General de las Naciones Unidas en la resolución A/RES/68/192, por tratarse de un grave delito y una grave violación de los derechos humanos, señalándose que es necesario conmemorar el día para concientizar sobre la situación de las víctimas del tráfico humano y para promocionar y proteger sus derechos.
La trata de personas es un delito que explota a mujeres, niños y hombres con numerosos propósitos, incluidos el trabajo forzoso, la prostitución, la pornografía, las exhibiciones públicas o privadas de orden sexual, el turismo sexual o cualquier otra actividad sexual remunerada. La Organización Internacional del Trabajo calcula que casi 21 millones de personas en el mundo son víctimas del trabajo forzoso, en esa cifra se incluye también a las víctimas de trata para la explotación laboral y sexual de la que aproximadamente un 30 por ciento son niños, y un 70 por ciento son mujeres y niñas, según datos publicados en el Informe Mundial sobre la Trata de Personas elaborado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.
Así, cada año, miles de hombres, mujeres y niños caen en las manos de traficantes, en sus propios países de origen, y en el extranjero, en países de tránsito o de destino de las víctimas.
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), como garante de la Convención contra el Crimen Organizado Transnacional y los Protocolos al respecto, asiste a los Estados en la aplicación del Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata.
En su artículo 3, este Protocolo define la trata como la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad, o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación, la que incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos.
En septiembre de 2015, los países aprobaron la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y aceptaron cumplir los objetivos y las metas relacionados con la lucha contra la trata. Estos objetivos piden que se ponga fin a la trata y la violencia contra los niños, que se tomen medidas contra la trata en general, y que se acabe con todas las formas de violencia contra las mujeres y niñas y de su explotación.
En México, el Programa contra la Trata de Personas de la CNDH establece acciones para prevenir este delito, fortalecer las capacidades institucionales y el trabajo interinstitucional, promover la adopción, conocimiento y aplicación de un marco jurídico eficaz, brindar asistencia a las víctimas, así como recibir e integrar quejas derivadas de presuntas violaciones a los derechos humanos.